La mayoría de las personas piensa que la talla de un diamante se refiere al tipo de corte (redondo, princesa, baguette, etc.). Es un error común, pero la talla de un diamante tiene más que ver con la simetría y proporción de las facetas (cada corte de un diamante), su pulido, y cómo éstas reflejan la luz para resaltar el brillo en un diamante.
Algo que hace especial a los diamantes es su capacidad de reflejar la luz de tres formas distintas: una es por brillo, la otra es fuego, y la última por centelleo. Estas características definen la apariencia del diamante; para maximizar el rendimiento de luz de un diamante, el diamantista debe cortar con precisión los ángulos de las facetas del diamante según su forma (o corte), ya que de lo contrario podría arruinar el brillo, fuego y centelleo de este.
Un diamante de corte redondo (de 57 a 58 facetas dependiendo si tiene o no culet) es cortado de la manera que ya conocemos (imagen de arriba) para maximizar su rendimiento de luz. La luz blanca que refleja el diamante tanto dentro como fuera se llama brillo, el fuego es la dispersión de la luz en diferentes colores, esparcidos en su mayoría a través de la corona del diamante, y el centelleo es el brillo que refleja el diamante cuando lo movemos de un lado hacia otro.
Hay mucho más por conocer acerca de la talla de un diamante y qué es lo que hace que brille de tal modo. Sin embargo, vamos a cubrir solo lo necesario para hacer una compra inteligente y conseguir el mejor diamante que podamos con nuestro presupuesto. La mayoría de los diamantes vienen con un certificado y es fácil identificar qué tan bien está cortado un diamante por medio de este. Según GIA, uno de los institutos gemológicos más reconocidos a nivel mundial, los grados de talla más reconocidos son excelente (excellent), muy buena (very good), buena (good), media (fair) e imperfecta (poor).
Excelente (Excellent)
Estos diamantes son cortados casi a la perfección. Solo el 3% de los diamantes son cortados con esta calidad, así que su brillo será notorio incluso cuando la luz no le pegue de frente. Este grado es para aquellos que buscan la perfección y quieren que su diamante lo demuestre.
Muy buena (Very good)
Estos diamantes tienden a tener algunas facetas oscurecidas, especialmente en el área del pabellón (del filetín hacia abajo). Esto no es fácil de observar para alguien con poca experiencia y es muy difícil notar la diferencia en brillo comparado al grado excelente. Es una buena opción a pesar de estas pequeñas diferencias. Muchos diamantes de joyeros reconocidos manejan esta calidad en sus piezas.
Buena (Good)
Este grado se les otorga a los diamantes con una buena parte de las facetas oscurecidas en el área del pabellón. Esto implica que el centelleo del diamante se verá reducido en comparación con grados más altos. Hay que comparar diamantes de diferentes grados para notar la diferencia. Existe la posibilidad de encontrar un diamante de talla buena con muy buen brillo y fuego en la parte de la corona y tabla, así podemos ocultar su centelleo a nivel del pabellón montándolo en la pieza adecuada.
Media (Fair)
Los diamantes de este grado pierden su encanto en términos de destello. Su talla varía entre profunda o poco profunda y esto da lugar a que se escape la luz que entra en el diamante. Esto se puede ver a simple vista y causa que el diamante no brille mucho.
Imperfecta (Poor)
En mi opinión, estos diamantes son el producto de un diamantista principiante practicando sus primeros cortes. Se ven como diamantes de talla común, pero, vistos de cerca y con un ojo entrenado, se podrán ver los ángulos imperfectos y cortes poco profesionales. Es fácil ver un aspecto vidrioso u opaco en estos diamantes.
Conclusión
Mientras más alto sea el grado de la talla más costoso será el diamante, pero el brillo y apariencia lo valen, ya que hablamos de una pieza que será para toda la vida. Vale la pena invertir en un diamante de talla excelente o muy buena para que resalte y deslumbre a todo el que lo vea.
Recomiendo ampliamente comprar joyería con diamantes acompañados de certificados de laboratorios con buena reputación; la mayoría de los diamantes mayores a medio quilate los tienen. De lo contrario, solo un experto podrá dictaminar el grado de la talla del diamante. Podrías tener un diamante color D con pureza perfecta, pero si la talla es media o imperfecta podrías tener una piedra con poco brillo.
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