Si estás leyendo esto es muy probable que te guste la joyería, aunque sea un poco. Entonces es probable que hayas entrado a una o varias (o muchas) tiendas de joyería y visto la increíble variedad que existe, miles y miles de piezas. Estas piezas son joyería de fantasía, o joyería fina; ambas tienen su uso. Habrás notado que algunas de esas piezas de joyería fina que has visto tienen una o varias piedras preciosas, desde topacios a zafiros, desde rubíes hasta el rey de las piedras preciosas, el diamante.
De los orígenes de la palabra diamante, prefiero la definición griega de “Adamas”, que significa “inquebrantable”, le rinde tributo a la característica física del diamante y como representación simbólica de la unión entre dos personas o el carácter inquebrantable del individuo. Su característica de ser la piedra más dura la convierte en la mejor piedra para joyería, ya que su belleza y brillo serán para siempre, o hasta que pasen a la siguiente persona afortunada de portar su belleza.
Un diamante refleja pureza, especialmente los diamantes con escasas inclusiones (imperfecciones o depósitos de minerales dentro del diamante). Los diamantes nos recuerdan la perfección de la naturaleza y cómo las memorias pueden pasarse de generación en generación. He conocido clientes con diamantes de varias generaciones y todas esas piezas con historias increíbles.
Todos los diamantes guardan una historia o anécdota. Desde el momento que se compra hasta el momento que pasa a la siguiente persona. Si los diamantes pudieran hablar, hablarían de cómo se formó la tierra, de la extinción de los dinosaurios y todo lo que ha pasado desde hace aproximadamente tres mil millones de años. ¡Con buena razón la gente ama los diamantes!
Los diamantes no son tan escasos como muchos piensan. De hecho, cada vez están encontrando más minas de diamantes, aunque a veces es más difícil extraerlos dependiendo de la profundidad y el lugar, así que se podría decir que cada vez cuesta más minarlos. El precio del mercado de los diamantes ha estado subiendo durante las últimas décadas, e incluso con la aparición de nuevas compañías mineras aparte del grupo De Beers, como ALROSA y Rio-Tinto, los diamantes siguen aumentando en valor.
Mientras más raro sea el diamante más será su valor con el paso de los años. Esto es un hecho para los diamantes de color fantasía, nombre que se les da a los diamantes que tienen un color distinto al blanco y con una intensidad mayor a la de un diamante amarillo tenue. Los diamantes de color fantasía con mayor intensidad, como el amarillo, azul, rosa o incluso rojo pueden alcanzar precios mucho mayores en comparación al diamante regular. Los diamantes rojos son los más caros porque son los más difíciles de encontrar.
Existen cuatro características esenciales que debes considerar al comprar un diamante. El corte, color, claridad, y el peso. Asegúrate de leer el siguiente artículo acerca de cada una de las características mencionadas para informarte mejor sobre tu compra y comprar con inteligencia.
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